miércoles, 11 de agosto de 2010

Capítulo 10 - Advertencia (Parte 2)

—Tú... ¿¡Qué haces aquí!? —gritó el chico, formando un comprimido orbe de viento en su mano. El encapuchado no respondió. Le apuntó a su rostro con su puño cerrado, para después hacer emerger su hoja de color rojo, la cual quedó a unos centímetros de la nariz de Felix.


Malleus... Maleficarum... —susurró Nebiros, con su monótona y casi mecánica voz, apartando la espada del rostro del chico—. Es el nombre de esta hoja, la hoja que...

—¿¡Qué les has hecho a todos!? —interrumpió Felix, furioso y preparado para atacar si era necesario.

Nebiros tardó unos segundos en responder:

—Tiempo. Es como un río que jamás detiene su flujo. Y a las rocas que viajan junto con la corriente, yo las arrastro al fondo.

—¿Detuviste... el tiempo...? —murmuró Felix, incrédulo.

—Las rocas, no la corriente. Eventualmente, las rocas volverán al río.

Ambos muchachos se quedaron en silencio por unos momentos, mirándose el uno al otro. Felix pudo ver, frente a su cama y detrás de Nebiros, que una ventana lucía abierta. Seguramente el encapuchado había entrado por allí... Pero no había ningún edificio frente a esta y, a juzgar por la altura, estarían por lo menos en la quinta planta del hospital.

Bajo la capucha de Nebiros, por otro lado, Felix no alcanzaba a mirar más sino un rostro cubierto por la oscuridad. Unos ojos brillantes, de los cuales no pudo decir el color, y algunos mechones de cabello castaño claro eran todo lo que las sombras dejaban que el chico observara.

—A advertirte. Eso es a lo que he venido. —comenzó Nebiros—. Antes del primer ataque, tienes sólo dos.

—¿...dos? ¿Días? ¿Semanas? ¿¡Horas!? —inquirió el muchacho, ya empezando a tomarse las palabras del encapuchado en serio, y sin poder evitar preocuparse.

—Será tanto una sorpresa como una condena. ¿Cuándo será? ¿En dos días? ¿Dos meses? No lo sabrás, por lo que estarás siempre alerta y preparado.

—Serás...

Antes de que el chico pudiera terminar la frase, Nebiros caminó hacia la ventana, haciendo que su abrigo de cuero negro ondeara tras él. Subió una pierna al marco de la ya dicha, preparado para salir por ésta. Antes de hacerlo, sin embargo, se giró hacia el herido y dijo:

—Es por tu bien, Felix. Como no soy un tipo tan malo, te diré una pista.

Nebiros se subió por completo a la ventana, se agachó para no pegar con la parte superior y dio media vuelta, quedando con la espalda hacia el exterior, sostenido sólo por sus manos y pies.

—En dos mitades. —fue lo último que expresó antes de dejarse caer, hacia atrás, por la ventana.

—¡Espera! ¡Nebiros! —gritó Felix, al ver el abrigo desaparecer en el vacío.



—...nas, aproximadamente. —terminó el médico, ignorante a que el tiempo se había detenido. Felix dio un respingo al escuchar al hombre hablar, que no pasó desapercibido para la maternal mirada vigilante de la Sra. Flynn.

—¿Pasa algo, cariño? ¿Te encuentras mal? ¿Quieres que te revisen? —llovieron preguntas, de las que a Felix le hubiera encantado protegerse con un metafórico paraguas.

—¿Y si quiero ver a mis amigos...? ¿Puedo? —preguntó el chico, seriamente. Sus padres se miraron entre ellos, como preguntándose telepáticamente qué deberían hacer. Tras ver a su hija Lily decir “como sea” y dar la vuelta en dirección a la puerta, decidieron concederle la petición al chico. Con la mayor educación que tuvo, le pidió también al médico que dejara el lugar.

—¿No estaban estas cortinas corridas? —expresó, mientras la cerraba. Unos instantes después, su voz, un poco más lejos, dijo—: Llama a la enfermera si necesitas algo.

Felix esperó unos minutos a que sus padres llamaran a sus compañeros del Project Psique, que se encontraban en el pasillo, y a que estos entraran a la habitación. Necesitaba contarles sobre lo que Nebiros le había dicho. Tenía dos... Eso podía ser muy poco tiempo, y también podía ser mucho.

Las cortinas se abrieron una vez más, dejando ver a Michelle y a Mike. Sus rostros denotaban preocupación y nervios, por lo que Felix recibió a sus amigos con una cálida sonrisa para mostrarles que se hallaba bien.

—¿Cómo va la cosa...? —preguntó Mike, dudando un poco de sus palabras.

—Ya la han suturado. —rió Felix, para después imitar el movimiento frecuentemente usado por Mike, al chasquear los dedos y después señalar mientras se guiñaba el ojo.

—Falsificar firmas puede llevarte a prisión, ¿sabes? —respondió el chico, devolviéndole el guiño a su amigo.

—Um... F... —comenzó Michelle—. Felix, quiero decir... Los demás están afuera, ¿está bien si... pasan...?

El chico se sorprendió al notar como Michelle evitaba mirarle a los ojos. Desde que había llegado, había estado con la vista hacía el suelo, y se frotaba el brazo, en actitud avergonzada.

—Ah... —balbuceó Felix—. Claro.

Tras una señal de Michelle, las cortinas se abrieron por completo, mostrando al resto del PP, a excepción del doctor Robinson y el director Reynolds.

—Podemos hablar con tranquilidad. —señaló Samantha, mostrando la brillante marca del Psique en el dorso de su mano derecha. Seguramente había usado su habilidad para ensordecer al resto de los pacientes.

—No sabía... que la tenías allí... —apuntó Felix. La chica se encogió de hombros y respondió:

—Puede aparecer en la palma o en el dorso, pero siempre en la mano. Ya llevas un mes aquí y...

—Samantha. —intervino James, alzando la mano extendida para que se detuviera. La rubia obedeció de inmediato.

Felix sintió cinco pares de ojos posarse sobre él, esperando saber su anuncio.

—¿Cómo es que sabéis que quiero deciros algo...? —inquirió.

—Has sacado a tus padres y al médico sin darles tiempo para explicaciones. Eso es razón suficiente para saber que algo te molesta. —explicó James.

—Tienes una mente ágil... —apuntó Felix—. Pues sí, algo ha pasado... Ha sido Nebiros.

Nadie respondió. Felix pudo ver cómo Michelle finalmente le miraba, aunque con un gesto de infinita preocupación dibujado en su rostro.

—¿Qué es Nebiros? —preguntó Mike, tras unos momentos de incómodo silencio.

—¿Michelle no os ha contado? —dijo F, mirando a sus compañeros, extrañado.

—Ah, veamos... Habéis sido atacados...

—...por un encapuchado...

—...con un Psique desconocido...

—¡...y te ha dado una santa paliza!

—¡Mike!

Tras lo señalado, el silencio volvió a reinar sobre el lugar. Felix pensó un poco para ser capaz de plasmar sus pensamientos en palabras. Finalmente, inhaló un poco y comenzó:

—Michelle y yo entramos a la zona, preparados para hacer la limpieza. Nos deshicimos de un par de Corrupted's, pero luego él apareció. Iba encapuchado, y llevaba un gran abrigo de cuero negro, con guantes y botas negras también. Le preguntamos si tenía un Psique y respondió que sí; después, al preguntarle qué quería, nos señaló y nos atacó. Llevaba una espada roja bajo su manga, atada sobre su brazo, y utilizaba granadas con la misma tecnología que los revólveres de Psique.

—¿Granadas? —repitió James, atónito.

—Ajá. Y no sólo estallaban con el tiempo; también lo hacían si algún Psique les tocaba.

James cerró los ojos, como si se encontrara meditando, y se frotó la barbilla como solía hacerlo mientras pensaba.

—Y... finalmente... —intentó decir Felix.

—Hirió a Felix. —terminó Michelle por él.

—Y después... dijo que tuviéramos cuidado. Y que no le olvidáramos. Nebiros...

—¿Ars Goetia...? —susurró Ethan.

—¿Eh? —balbuceó Mike, girándose para ver al rubio. Todos le dirigieron su atención, pues parecía que dos palabras no era todo lo que tenía que decir.

—El Arte de la Brujería. Un escrito hecho por el rey Salomón, parte del Lemegeton Clavicula Salomonis, en el cual describía los setenta y dos demonios que supuestamente invocó y obligó a trabajar para él. Nebiros es uno de esos setenta y dos.

—Vaya, ahora sabemos que nuestro enemigo tiene interés en la demonología. Brillante. —señaló Vince, sarcásticamente. Ethan le fulminó con la mirada.

Felix tragó saliva y respiró hondo antes de continuar:

—Hay una cosa más... Tenemos dos antes del primer ataque.

—¿Dos...?

—Nebiros dijo que dos mitades. —terminó Felix.

—¿Cuándo ha dicho eso? —preguntó Michelle—. ¿Fue mientras yo no estaba?

—En absoluto... —Felix les dirigió a cada uno de sus compañeros una mirada seria y decidida—. Fue hoy, hace unos minutos.

—¿¡Cómo!? —exclamó Mike.

—Entró por la ventana y... detuvo el tiempo. Su Psique es de tiempo. Habló conmigo mientras vosotros estabais... congelados.

—Tiempo... —murmuró James—. Va a ser un enemigo duro.

—Entre eso y que seguramente lucharemos dentro de la zona, seremos papilla ante ese tío y su primer ataque. —dijo Vince.

—Has estado inconsciente un día, Flynn. —señaló James—. Tus músculos no sienten nada por la anestesia, seguramente. Pero... estuviste quince minutos allí dentro, algo muy por encima de nuestro límite.

—Y ni siquiera una secuela... —terminó Ethan.

—Eres más de lo que pareces, F. —añadió Sammy, sonriente.

—En fin... Necesitamos que el equipo de científicos se ponga a trabajar. —continuó James—. Las granadas podrían ser un gran arma. Con ingeniería inversa podrían lograr fabricarlas, pero para eso necesitamos tomarle prestada una a nuestro amigo de la capucha.

James dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la puerta, sin detener su discurso.

—Los Corrupted's deben tener una manera de sobrevivir en la zona durante un tiempo alargado. Si fuésemos capaz de imitar ese mecanismo natural...

—Seguro que Nebiros ya lo ha logrado también. No parecía muy cansado. —señaló Felix, recordando cómo el joven había subido por la ventana sin esfuerzo alguno.

—Pues entonces no hay tiempo que perder. Contactaré a mi padre, y que éste hable con la rama de investigación. Suerte, Flynn. —sonrió el joven, para finalmente dejar la habitación.

—Será mejor que descanses. —sugiró Ethan, imitando a su compañero.

—No te esfuerzes. —dijo Vince, haciendo también lo mismo.

—Cuídate. —se despidió Samantha, siendo así la última en salir del lugar.

Felix suspiró y se dejó caer en la cama. Mordió su almohada, y dejó salir un gran grito, que fue ahogado por el mullido cojín.

—Estrés. —expresó Mike, encogiéndose de hombros.

3 comentarios:

  1. Me he leido el capítulo entero (las dos partes) Estubo genia y espero impaciente que continues ¿La proxima semana?

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  2. Pues leido, y comentado jajaja

    Como de costumbre el escrito es impecable, y la historia para quien le guste este de historias, engancha.

    Ya solo faltan 1 comen ^^

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  3. Al que corresponda: ya acabe de leer los caapitulos y espero que salga el otro

    pd: ya conteste, eso significa que no soy feo?

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