sábado, 15 de enero de 2011

Capítulo 14 - De mal a peor (Parte 2)

¡Eh!

Hola :3

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Algo andaba mal, muy muy mal...


Mike no había tenido ganas de vomitar en absoluto. Se había estado cubriendo el estómago en busca de protegerse de un pilar de roca en miniatura que había salido, aparentemente, desde algún lugar bajo el pavimento. Y por otra parte...


—¡Vince, ¿pero qué mosco te ha picado?! —le gritó F, tirando la mochila en el suelo e interponiéndose entre él y el indefenso Mike.


Felix sintió como si algo frío le recorriera la columna. Desde que se unió al Project Psique sabía que estaría en contacto con el miedo mismo en muchas ocasiones... pero jamás se imaginó que lo estaría en una como aquélla.


Las pupilas de Vince se habían tornado amarillas, como las de un Corrupted.


—¿Un Reverted? —murmuró Felix, aún incrédulo. Aparentemente, fue sólo hasta que el chico habló cuando Vince advertió su presencia. Con un movimiento de su brazo, el suelo se sacudió y Felix perdió el equilibrio. Un ademán más, y el mismo trozo de tierra se deslizó, aún con el chico arriba, en dirección a Michelle.


En el último minuto, la chica logró esquivar a Felix dando una perfecta vuelta de carro, algo que sin duda sorprendió incluso a ella. Apenas sus pies tocaron el suelo otra vez, Michelle tuvo que despegar de nuevo con un salto mortal hacia atrás para evitar ser golpeada por una columna que había aparecido de la nada.


—¡Felix, hay que hacer algo! —exclamó la chica, buscando agua con desesperación. Vince, al escuchar su voz, echó a correr en dirección a ella.


¡Reacciona! —gritó una voz extrañamente conocida dentro de Felix. En el momento no se concentró en reconocerla, sino que prefirió hacer caso a su sugerencia. Con la puntería digna de un arquero, Felix lanzó un disco de viento que golpeó a Vince en el cuello y le hizo desplomarse al suelo. Con una ráfaga de aire, el muchacho se puso de pie. Vacilante, no supo si quedarse donde estaba o ir en dirección al monstruo que había reemplazado a su amigo.


De reojo, Felix pudo ver como Mike intentaba levantarse del suelo. No obstante, las fuerzas le faltaron y se desplomó de nuevo, esforzándose para respirar. Vince escuchó las bocanadas de aire del muchacho y, cual hambrienta bestia, olfateó el aire mientras se ponía de pie una vez más.


Felix se decidió y se impulsó con viento hasta donde estaba Mike. Tuvo dificultades para detenerse donde quería, pero cuando lo logró, abrió los brazos y piernas y se preparó para recibir el ataque de su contrincante.


—¡Michelle, corre a buscar agua! —ordenó con la voz en grito, en parte con la intención de llamar la atención de Vince. La chica asintió y se apresuró a encontrar el cuerpo o recipiente de agua más cercano que pudiese servirle de arma.


Ven aquí, perra. —dijeron, al unísono, Felix y quienquiera que estuviese hablando desde su interior. Su marca de Psique comenzó a brillar con más intensidad, además de pasar del azul celeste al azul oscuro.


Vince corrió ciegamente hacia el muchacho. Antes de que llegara hasta él y Mike, sin embargo, Felix se deslizó por el suelo, ayudándose de su Psique, y soltó una ráfaga de viento ascendente una vez pasó por entre las piernas de su contrincante. Éste se despegó del pavimento unos centímetros, perdió el equilibrio en el aire, y cayó de bruces una vez más.


Sin darle oportunidad a levantarse, Felix le lanzó varios orbes de viento para aturdirle un poco. Se puso rápidamente de pie y pensó en una estrategia. A falta de revólveres de Psique, era necesario buscar otra arma. Las rocas y trozos de pavimento que Vince había desprendido resultarían útiles, pero eran muy pesadas para una pelea que requería tanto movimiento como aquélla.


Bien. Tendría que usar los puños, como cualquier típico estudiante de dieciséis años.


Usando su Psique de tierra, Vince creó una plataforma que le levantó del suelo instantáneamente. Se giró hacia Felix y dejó escapar un grito que recordaba al de un cavernícola furioso. Una vez más, se lanzó contra el chico.


—¡Detente para que Vince pueda aplastarte! —rugió, lanzándole un puñetazo a Felix en el último minuto, en lugar de embestirle. El chico se arqueó hacia atrás, esquivando el golpe con éxito. Sin embargo, una ligera corriente de aire moviendo su cabello le advirtió que una roca casi le volaba la cabeza. Felix se apartó de su oponente al saltar y girar en el aire como un tornillo. No obstante, perdió el equilibrio durante su salto, por lo que cayó, vulnerable, de espaldas contra el pavimento—. ¡Tú está muerto! —vociferó Vince, mientras intentaba aplastar a Felix con una roca. Éste último giró como un tronco, para después levantarse con ayuda de una corriente de viento.


¿Tú está muerto? —pensó el chico, deteniéndose unas milésimas de segundo para intentar recuperar el aliento—. Vince sigue allí, en algún lado... pero ahora es sólo una masa con mucho músculo y poco cerebro.


Repentinamente, una bola de fuego cruzó el aire y se estrelló a unos centímetros de Felix. El chico, asustado por el repentino ataque, dio un salto y se dobló el tobillo al aterrizar. Debido al penetrante dolor, Felix cayó al suelo y se golpeó el rostro.


—¿¡Pero qué estás haciendo!? —le gritó Felix a Mike, quien ya se había puesto de pie y exhibía un par de puños cubiertos de llamas.


—La puntería me falló, lo admito. Estoy un poco mareado —se excusó Mike, encogiéndose de hombros—. ¡Ahora deja de lloriquear, ponte de pie y pelea!


—¡Mira quién habla! ¿Me recuerdas la parte en la que yo me quedé en el suelo como una nena por un golpe en el estómago?


—¡Un golpe que me levantó dos metros! —se defendió Mike.


—¡Ay, cállate y no seas puta! —vociferó Felix, mientras se ponía de pie, para luego soltar una carcajada. Por un momento, creyó estar sentado en el sillón de la recepción discutiendo con su amigo por alguna victoria en un videojuego o para ver quién decidía el canal de televisor, en lugar de estar luchando un duelo a muerte con Vince.


—¿...con Vince...? ¿De verdad...?


¿Cómo había llegado a tales extremos...?


No sabía cómo iba a lograrlo, pero estaba más que dispuesto a descubrirlo.


—¡Vamos! —apremió Mike, echando a correr hacia la bestia que había tomado el lugar de Vince, con las manos cubiertas de fuego. Felix no tardó ni un segundo en imitarle, éste llevando un orbe de viento en la mano derecha. Ambos chicos dejaron escapar un grito de guerra, lo cual provocó que Vince dudara hacia dónde atacar y se distrajera.


Felix llegó primero hasta donde se encontraba Vince. Sin dudar un momento, presionó el orbe de viento contra el costado de su amigo. Concentrando todo el Psique que le fue posible, hizo explotar la esfera, provocando que Vince saliera despedido hacia un muro de fuego que Mike había creado hacía apenas unos milisegundos.


—¿¡Pero qué haces!? ¡Herirle no es la idea! —gritó, corriendo en dirección a Vince, con la intención de apagar el fuego que se había encendido en su uniforme con una corriente de viento. No obstante, se detuvo a medio camino. Vince, quien se encontraba tirado en el pavimento, golpeó el suelo con los puños. Mike se cubrió colocando sus brazos cruzados frente a su rostro y Felix dio un salto hacia atrás impulsándose con viento. Sin embargo, no apareció ningún sólido muro de roca, no llovieron piedras, y tampoco hubo algún súbito movimiento sísmico. Todo lo que sucedió fue que un montón de lo que parecía arena salió del suelo y cubrió a Vince por completo.


—El tío es listo, después de todo —señaló Felix.


—Nah —expresó Mike, sacudiendo la cabeza—. Es algo que solía hacer cuando entrenaba conmigo, por lo que supongo que está grabado en su cerebro o algo por el estilo. Como un reflejo contra el fuego.


—Pero recuerda que, ante todo, sigue siendo Vince —dijo Felix, poniéndose en guardia cuando vio cómo el montón de tierra se movía—. Lo más que estoy dispuesto a hacer es dejarle inconsciente.


—Ése es el plan. Iba a apagar el fuego, de todas mane...


—¡Concentrado! —le interrumpió Felix. Vince emergió de pronto su refugio, de pie sobre una columna de roca que no paraba de crecer y crecer. Mike abrió los ojos como platos y, después de musitar “Yo me largo de aquí, viejo”, echó a correr por la calle. Tras notar que el escudo de viento que acaba de crear no podría competir contra piedras del tamaño de su cabeza, Felix decidió imitar a su amigo.


De pronto, una figura femenina apareció desde detrás de una enorme furgoneta de color blanco. Michelle apremió a Felix y a Mike a que se acercaran, haciendo un gesto con la mano, mientras que con la otra arrastraba una gigantesca esfera de agua que no se sostenía de nada. Ambos chicos reconocieron de inmediato que sería una de sus escasas oportunidades para derrotar a Vince, por lo que se apresuraron a llegar hasta donde estaba.


—¿Dónde te habías metido, Michelle? ¡Eres la única que puede competir con ese monstruo! —gritó Mike, ocultándose detrás de la furgoneta, junto con la chica. Felix hizo lo mismo, pero detrás de un deportivo azul del otro lado de la calle, por lo que él y sus compañeros quedaron paralelos.


—No hace falta que lo digas... —coincidió Felix, mientras intentaba ver lo que sucedía por debajo del automóvil. El chico encontró una oportunidad y rodó (ayudado por su Psique, por supuesto) hasta donde estaban sus amigos.


—¿Debemos llamar a los otros, entonces? —sugirió Mike, pero se corrigió de pronto—: No... El retraso entre la zona y la Tierra hará imposible que consigamos ayuda. ¡Diablos! ¡Si hubiéramos conservado los brazaletes!


—¡Yo lo hice! —apuntó Felix, recordando de pronto que el brazalete se encontraba en un bolsillo interno de su mochila.


—¿Y a quién piensas arrastrar? —inquirió Michelle—. Los únicos que teníamos brazaletes éramos nosotros y Vince. Y bueno... No hace falta decir más.


—¡Mierda! ¡El único con una arrastra-cosa es James! —maldijo Mike, recordando que éste lo había usado una vez en él y Félix en busca de ayuda—. ¡Le dije que todos necesitábamos uno de ésos en caso de emergencia!


—Bajad la voz —ordenó Felix, recordando que bestia-Vince se guiaba por el sonido. Y de pronto, recordó algo que había visto en una serie de televisión sobre muertos vivientes—. Esperad un minuto, ya vuelvo.


Sin darle tiempo a sus amigos para oponerse, Felix corrió, siempre agachado, hasta donde creía se encontraba Vince. Una vez allí, se asomó por debajo del coche que le servía como escondite para comprobar su posición. Sí, allí estaba el amigo que intentaba matarle.


Con el mayor sigilo posible, Felix se deslizó hasta quedar a unos centímetros del final del automóvil. Respiró hondo y sacó la cabeza para poder ver a Vince por completo. Por suerte, éste estaba de espaldas a él, olfateando el aire, y no pudo verle.


Tal vez sea sólo insinto. Si realmente pudiera olfatear, ya me hubiera localizado —especuló Felix—. Bueno... Aquí va.


F tomó una roca del tamaño de su puño que convenientemente se encontraba a su alcance y se la lanzó a Vince a la espalda.


No hubo reacción alguna.


Felix susurró “Como lo esperaba” y se apresuró a regresar junto con Mike y Michelle. Ésta última intentó regañarle en silencio, pero el chico la ignoró y señaló rápidamente:


—No siente dolor. Aparentemente sólo escucha y ve, algo que hemos podido comprobar por su puntería.


—¡Genial! —exclamó Mike sarcásticamente, olvidando por un segundo que tenía que hablar en voz baja. Los chicos se congelaron, esperando que Vince levantara la furgoneta con un pilar de roca; o peor, que la empujara y ésta terminara aplastándoles. Sin embargo, no sucedió nada. Aparentemente, su oponente no les había escuchado. Tras respirar aliviado, Mike continuó, asegurándose de hablar en un susurro esta vez—: ¿Cómo vamos a dejar inconsciente a alguien que no siente dolor?


—Tenemos varias opciones —dijo Felix—. Podemos golpearle en la cabeza, pues hay que recordar es un punto débil, independientemente de si eres un Reverted o no. O podemos... —Felix miró a Michelle antes de continuar—: Podemos cubrir su nariz y boca con agua hasta que pierda el conocimiento.


—¡Felix, eso es muy arriesgado! —intervino Michelle.


—El agua que flota sobre nuestras cabezas es más que suficiente —apuntó Mike, señalando con el índice el líquido que aún se encontraba, ingrávido, a varios centímetros por encima de los chicos—. ¿Dónde la has conseguido?


—Un bebedero. ¿Pero eso importa? ¡Lo que importa es que si calculamos mal Vince podría morir, sea por el golpe en la cabeza o el agua!


—Estoy consciente de ello, pero no tenemos otra opción —rebatió Felix—. Si no siente dolor, las probabilidades de poder dejarlo fuera de combate son casi nulas.


—¡Podemos llamar a Ethan! —sugirió Michelle—. ¡Él podría noquearle con un choque eléctrico y...!


—Estamos en la zona, Michelle. El retraso haría que...


—Esperad... —murmuró Felix. Súbitamente, notó algo que los tres habían pasado por alto desde el principio. Siendo dominado por el terror, se cubrió la boca y abrió los ojos como platos.


—¿F...? ¿Qué sucede?


—¡No estamos en la zona! —gritó Felix. Y de pronto, las expresiones de sus amigos cambiaron también. ¡Era cierto! La luz no había cambiado, no se sentían pesados en absoluto, no había Corrupted's hasta donde alcanzaba la vista...


—¡Mierda! —maldijo Mike.


—¿Nos han visto? —cuestionó Michelle, sacudiendo a Mike.


—¡No, coño, Felix ha gritado!


—¡Tú también estás gritando! —exclamó Felix, a punto de perder el control.


—¡Mierda! —gritó Michelle, dándose cuenta de lo que habían estado haciendo. Al parecer también se aterró sobremanera, pues el agua que había estado flotando sobre ellos cayó de pronto y los empapó por completo.


—¡Corred! —ordenó Felix, dándole un empujón a Mike, quien se apresuró a obedecer. Acto seguido, tomó a Michelle de la mano y siguió a su amigo. Unos segundos después de que dejaran su escondite, éste se volcó, puesto que Vince lo había empujado con una columna de piedra. Si hubiesen tardado un poco más en correr...


Felix intentó no pensar en ello. Su mente debía concentrarse en una única cosa: sobrevivir. Pero el hecho de que quien los estuviese atacando fuese Vince no lo hacía más fácil. Ni tampoco el hecho de que podrían ser vistos por cualquier alumno de los dormitorios que sacara la cabeza por la ventana, por cualquier jardinero que se encontrase trabajando en los jardines, por cualquier persona que habitara en alguna de las casas vecinas al instituto...


La hemos cagado. Y en grande...


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¡Una idea! ¿Por qué no terminas tu lectura con esta canción?

Ending 1 - Psique




2 comentarios:

  1. Que pedazo putada. Haber como consiguen que no les vean...

    PD:

    —Bajad la voz —ordenó Felix, recordando que bestia-Vince se guiaba por el sonido. Y de pronto, recordó algo que había visto en una serie de televisión sobre muertos vivientes—. Esperad un minuto, ya vuelvo.

    Esa serie es High School of the Dead?

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  2. "Esa serie es High School of the Dead?"

    Así es (: Aunque estoy casi seguro que no es la primer historia sobre zombies que introduce zombies ciegos...

    Tras ver la serie, se me ocurrió que bestia-Vince fuera ciego. Ya verás las razones después ;)

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