martes, 26 de julio de 2011

Nexus - Capítulo 2 (Sombra)

Esta vez quien nos trae el segundo capítulo del proyecto grupal Nexus es nada más y nada menos que Sombra, también conocido como Keitsuke Kiriyama por perder una apuesta. Como solemos hacer, tuvimos otra reunión en el grupo del MSN y discutimos el guión entre todos.
En el segundo capítulo Lily y Hitori discuten sobre qué sucedería si llegasen a instalar el software, al igual que otro par de protagonistas conversan sobre ello en clase de computación. Finalmente, Ethan decide tomar cartas en el asunto y... Bueno, dejaré que lo lean ustedes ;D


¡Buen provecho!


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Hitori buscó con la mirada a Lily, se suponía que habían quedado en la cafetería para hablar de aquel extraño programa informático llamado Nexus y sobre el CD que ella había mencionado. Finalmente la encontró en una mesa que se situaba al lado de una pared llena de cristaleras que daban directamente a un campo de futbol en el que varios alumnos (que a Hitori le parecían bastante atractivos) echaban un partido. 

Se acercó apurando el paso deseando hincar el diente a su plato de espaguetis con carne que desprendían un delicioso aroma. Tomó asiento frente a la chica y la saludó.

—Buen provecho—Dijo Hitori mirando con cierto desprecio a la ensalada que la chica estaba comiendo.

—¡Anda! Si es “Mister Nomevoyadespedirdenadie” —Reprochó Lily con sarcasmo haciendo que Hitori soltara un “¿Eh?” 

—Antes, en clase te marchaste sin despedirte—Le recordó con una fiera mirada asesina.

—Ah, vale—Consiguió recordar, aunque sin darle demasiada importancia—Sobre lo que quería hablar…

—Nexus ¿Verdad? —Preguntó para estar segura del tema que el chico quería tratar momentos antes de llevarse un tomate a la boca.

—Sip. Habías dicho que te habían dado un CD ¿Cierto?

—Si, alguien lo dejó en la puerta de mi casa—. Dijo sin darle mucha importancia, al fin y al cabo ella tenía admiradores por todas partes de la ciudad y no era la primera vez que le regalaban algo por las buenas, incluso en aquel momento notaba las miradas de algunos alumnos sobre ella que a su vez se dirigían con odio hacia Hitori por tener la suerte de almorzar con ella. —Malditos pajilleros—Pensó con cierta repulsión.

—¿Crees que es cierto eso de que con ese programa puedes hacer eso de meterte en los móviles o ordenadores de otros sin que el dueño se entere? —Continuó hablando Hitori sacando a Lily de sus pensamientos.

—No tengo ni idea, Yagari—Suspiró la chica llevándose un tomate a la boca—Aunque me parece algo demasiado raro, no creo que funcione. Piénsalo ¿Un programa informático así? Estarías violando la intimidad de la gente—Opinó después de masticar y tragar la comida.

—En eso no te falta razón—Contestó Hitori pensativo. Pero aquel programa le llamaba mucho la atención, le parecía interesante probarlo ¡Qué narices! Quería probarlo, por ejemplo en aquel Brian de su clase o incluso en aquel vecino suyo.

—Seguramente sea algo ilegal, aunque no niego que estaría bien utilizarlo al menos una vez…Para ver cómo funciona y tal. —Oye—Se interrumpió la chica a sí misma. —¿Por qué estás tan interesado en ese programa? No querrás cotillear en mis cosas o en las de alguna chica ¿Verdad?—Preguntó mirándole con desconfianza.

—¡No, no cotillearía a ninguna chica! —Exclamó ofendido—Hace poco estaba en la playa cuando encontré un pen-drive con una etiqueta con el nombre Nexus pegado en uno de sus lados. Lo instalé en mi ordenador pero no funcionó—Explicó tratando de que le creyera.

—Que raro —Comentó perdiendo el interés cuando Hitori mencionó su última palabra, tal vez esperaba otra frase que no fuera “pero no funcionó”. —Quizás es por tu ordenador que no tiene capacidad suficiente—Pensó. Hitori levantó la vista y la miró directamente.

—¿Por qué no pruebas a instalarlo tú también? Quizás a ti te funciona—Dijo metiendo su mano en el bolsillo de su pantalón y sacando el pen-drive que rezaba Nexus en la etiqueta que llevaba pegada en uno de sus lados. Lily cogió el pen-drive y lo miró brevemente antes de guardarlo en uno de los bolsillos de la chaqueta del uniforme escolar.

—Está bien—Se dio por vencida tras pensar las posibilidades de las que disponía en ese momento, aceptar el pen o rechazarlo rotundamente como ya había hecho con anterioridad con aquel CD que había lanzado como si de un frisbee se tratara.

Ethan había escuchado toda la conversación interesado, no pretendía ser cotilla pero es que él mismo había conseguido un CD con aquel nombre y si era cierto aquello que habían dicho aquel programa era sin duda el sueño de todo hacker. Decidió que al regresar a casa volvería a probar aquel programa tan prometedor, quizás solo necesitaba algún complemento más o tal vez no funcionaba con Windows y tendría que cambiar a Linux... en todo caso aquel programa había despertado en él un profundo interés.


***




Max salió del aula solo, como de costumbre. No se llevaba mal con nadie sin embargo tampoco se llevaba bien con alguien en concreto, a algunos de sus compañeros los conocía de otros cursos anteriores aunque ni siquiera con ellos tenía una relación de amistad. De vez en cuando conversaban en las horas muertas o antes de empezar las clases pero jamás había quedado con ellos para salir a tomar algo o a ninguna cena de clase como las que habían organizado en cursos anteriores. En aquel momento le tocaba informática, una de sus asignaturas favoritas aunque lo que enseñaban no era muy interesante ¿Realmente existía alguien que no supiera utilizar un programa tan simple como el Word o el Acess en la era de la información?

Tras unos minutos caminando por los pasillos del instituto llegó al aula donde ya había varias personas encendiendo sus ordenadores y metiendo la contraseña que el profesor les había dado en su primera clase y que había mandado mantener en secreto para evitar el robo de trabajos ajenos. Sujetó la funda de su guitarra que también le servía de mochila en el respaldo de la silla en la que se iba a sentar y tomó asiento, posteriormente se agachó para alcanzar la torre y darle al enorme botón de encendido.

Unas carcajadas le hicieron apartar la vista del monitor, un corro de cinco personas rodeaban a aquel chico que se sentaba en el ordenador de al lado suyo. Apenas había hablado con él a pesar de haber sido compañero suyo por segundo año consecutivo. Su nombre era Roger Flatt y era bastante popular desde el primer día. Su cabello corto y revoltoso era de un color oscuro y sus facciones delgadas y afiladas le daban un toque que le hacía aparentar avispado, era bastante alto y solía andar bastante erguido, con la cabeza bien alta. Normalmente estaba rodeado de chicos y chicas que parecían admirarle, a pesar de eso él no parecía tenerles especial cariño. Su elocuencia era legendaria en el instituto y solía salirse con la suya en los debates de clase retorciendo las cosas de forma que se pusieran a su favor.

Max dejó de prestar atención a aquel joven y volvió a posar su mirada en la pantalla. Tecleó la contraseña de su perfil y el logo de Windows le dio la bienvenida para posteriormente verse el wallpaper de una hermosa guitarra que había encontrado buscando imágenes en Google. Unos instantes después rebuscó en uno de los bolsillos de la funda de la guitarra una caja blanca que contenía aquel CD que había “aparecido” en su bolsillo. Había estado pensando que no era seguro arriesgar su propio ordenador por si contenía algún virus así que había esperado un poco más para probarlo en el instituto el cual tenía unos antivirus muy potentes, sin duda. Sacó el CD de la disquetera y lo dejó sobre la mesa mientras cerraba la cremallera de la funda.

—Ohayou Max-kun—Saludó la chica que se sentaba en el ordenador que quedaba a su derecha. Max la miró un segundo, se trataba de Lucy Baxter aunque todos solían llamarla por su apodo auto-impuesto; Michi. Una chica delgadita y con unos pechos bastante grandes en comparación con su pequeño cuerpo. Su pelo teñido de un extravagante color azul el cual llegaba hasta tan solo sus hombros era sin duda lo que más llamaba la atención de ella. No la conocía de mucho y solo habían hablado un par de veces aunque no le parecía una mala chica, al menos las veces que habían hablado siempre se había mostrado bastante amable aunque demasiado enérgica. Llevaba el uniforme femenino básico aunque ella parecía haberle hecho algunos apaños para darle un toque personal, por ejemplo en la falda había cosido un pequeño peluche de un personaje femenino de un manga que tenía el pelo rojo y solía ir vestida con un sujetador que tenía dibujos de llamas y además tenía un short. Otro detalle de su vestimenta era su diadema que mostraba unas orejas de gato en la parte superior de esta que le quedaban bastante graciosas. Alguna gente le tenía manía por ser como era aunque a Max no le gustaba eso ya que él en el fondo era parecido a ella con la diferencia de que no lo gritaba a los cuatro vientos ni mostraba tanto sus gustos.

—Buenos días—Respondió Max al saludo educadamente.

—¡Nya! —Exclamó molesta. —Ya te dije que no seas tan formal conmigo—Protestó sacando la lengua de una forma infantil que quedaba bastante bien en ella.

—Perdona—Se disculpó.

—No importa—Suspiró de una manera excesivamente sonora mientras se acomodaba en su asiento y encendía su ordenador.—¿Nexus? —Preguntó de pronto al ver el llamativo CD sobre la mesa.

—Si—Afirmó Max simplemente.

—¿Se supone que es música? —Preguntó curiosa intentando conocer el contenido del extraño disco.

—Es un programa informático—Contestó en voz baja.

—¡Nexus!—Exclamó haciendo que varios compañeros de la clase la miraran extrañados. —Es un nombre bastante sugoi para un programa informático-desu.

—Disculpa—Llamó una voz serena y seria a espaldas de Max. Se trataba de aquel chico que se sentaba en el ordenador del lado opuesto a aquella peculiar chica, Roger. Parecía haberse apartado de su grupo al haber escuchado el nombre del CD dejando a estos confusos por la repentina reacción de su popular compañero.

—¿Hmm? —Emitió Max aquel sonido para indicar que le estaba prestando atención.

—Creí haberos escuchado decir “Nexus” y me gustaría saber que es—Se explicó mientras señalaba el CD.

—Yo no sé mucho, la verdad—Contestó Max bajando la mirada un poco.

—Entiendo, pero ¿Qué es lo que sabes? —Presionó tratando de averiguar todo lo posible.

—Un programa informático, al parecer sirve para poder entrar en cualquier ordenador con un aparato que tenga conexión a internet, aunque entré en varios foros y todos decían que no funcionaba y que era una chorrada.

—Comprendo ¿Cómo has conseguido el CD? —Arremetió con otra pregunta sin apartar la mirada de Max haciendo que este bajara la vista ligeramente intimidado.

—Cuando me dirigía al estudio de grabación alguien me lo metió en un bolsillo de la chaqueta—Se explicó.

—Ahora que lo pienso, en la radio había escuchado algo de que el grupo ese en el que estáis ibais a grabar vuestro primer CD—Dijo con voz ensimismada. —¿Lo has instalado? —Continuó preguntando.

—Si, en mi reloj—Afirmó remangándose la camisa del uniforme y mostrando un reloj de tamaño considerable con una pantalla táctil que mostraba un menú lleno de diminutos iconos. Roger se llevó su mano a la barbilla.

—¿Lo has instalado en algún otro sitio? Puede ser que en ese reloj no funcione—Señaló al reloj.

—Lo iba a probar aquí, en clase. Pero empiezo a pensar que no es buena idea, si estropeo algo puedo meterme en un lio.

—Entiendo—Se giró. —Siento haber interrumpido Scarch, Baxter—Se despidió volviendo con su grupo.

—Hey, Max—Susurró Michi de pronto en su oído. Max se volteó hacia ella con una mirada interrogante. —¿Me dejarías el CD? Mañana te lo devuelvo—Prometió con voz suplicante. Max afirmó con la cabeza.

—Sin problema—Le dio el CD junto con una funda de plástico para evitar que se rallara.

—Arigato, ya te lo compensaré algún día—Agradeció con voz baja a la cual añadió un tono bastante sugerente a la par que le guiñaba un ojo haciendo que Max enrojeciera al instante. La chica se rió escandalosamente al ver la reacción del chico. Max apartó la vista de ella intentando disimular la rojez de su cara.

—Que moe—Sonrió la chica—Siempre tan tímido…

El profesor interrumpió las risas y conversaciones que los alumnos estaban llevando a cabo mandando sentarte a todos de un enfadado grito que hizo que todos obedecieran al instante. Al cabo de unos pocos segundos el silencio cubrió la clase, silencio roto por los ventiladores de los ordenadores y el profesor, el cual explicaba de mala gana el funcionamiento de un programa informático.


***



Ethan llegó por fin a casa después de un largo y aburrido día de clase. Su abuelo no parecía estar, o quizás estaba durmiendo en su habitación. De todos modos evitó hacer ruido y se metió en su habitación lo más rápido posible.

Apoyó su mochila a los pies de la cama y se dirigió a la mesa del ordenador donde reposaba el CD en el que estaba escrito Nexus con un permanente de color negro. Si era cierto lo que aquellos dos habían comentado se trataba de un programa informático sin duda interesante. Ya lo había instalado el día que lo encontrara pero esa vez trataría de ir más en serio. En primer lugar borró el acceso y trató de desinstalarlo. La sorpresa apareció cuando el programa no dejaba borrarse ni tenía nada para desinstalarlo.

Volvió a buscar a crear el acceso directo y trató de entrar en el programa de nuevo, esta vez pasó algo. La pantalla se volvió negra y en el centro de la pantalla apareció un mensaje con letras de color verde que mezclaban letras y números


W3Lc0M3 T0 N3?U5
-3TH4N 5N0W-


¿Su nombre? ¿Cómo ese programa podía saber su nombre real? ¿Quizás lo había extraído del nombre de usuario que tenía en el ordenador? Un recuadro en blanco apareció debajo de aquel inquietante mensaje, en él se le requería meter un nickname. Sin fiarse mucho trató de salir del programa, pero no parecía poder hacer nada para salir, acto seguido intentó reiniciar el ordenador, dándole al botón de reinicio de la torre aunque tampoco funcionaba aquel método. Extrañado y harto desenchufó el ordenador aunque la sorpresa fue cuando vio que la pantalla seguía encendida y todavía le pedía meter el nickname. Un nuevo mensaje apareció en la pantalla, esta vez con letras rojas y amenazantes.


3THAN 5NOW
1NTR0DUZC4 3L N1cN4M3 51 N0 0,u13RE 
M0R1R



Ethan leyó el mensaje dos veces sin poder creérselo todavía, no sabía si debía tomárselo como una broma de mal gusto o como algo serio ¡Joder, el ordenador no debería funcionar sin corriente! Quizás había una cámara oculta en alguna parte de la habitación y en cualquier momento aparecerían los de la tele gritando que era parte de un show televisivo o algo así. De todos modos era mejor seguir la corriente al tema para luego olvidarse para siempre ¿Qué perdía por poner un Nickname? Con eso no estaba dando ningún dato sobre él así que no debería de pasarle nada.

Meditó unos segundos un nombre que le gustara, finalmente se decantó por PhantomWolf, un nombre que sin duda sonaba fantástico. Ethan le dio aceptar al introducir el nick, el mensaje del ordenador y el cuadro del nickname desaparecieron en la negrura de la pantalla, una serie de ceros y unos de color verde comenzaron a invadir la pantalla y tan rápido como aquellos números aparecieron se fueron. La pantalla negra comenzó a desaparecer mostrando el escritorio tal y como lo había dejado con una diferencia, en la parte superior derecha de la pantalla había aparecido un contador el cual marcaba una cuenta atrás y no quedaba ni una semana para que llegara a cero.

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